Amuletos

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Los amuletos

amuletosLa palabra “amuleto” viene de la palabra latina “amuletum”, que hacía referencia a un “objeto dedicado a la protección de una persona contra un mal o problema”. Los amuletos son objetos portátiles que tienen algunos poderes mágicos que nos pueden ayudar a atraer la buena suerte, a alejar la mala suerte, a protegernos del mal de ojo, a atraer el amor, a mantener alejados a los espíritus, etc. Según el amuleto en cuestión, ese es el efecto que tendrá sobre nuestra vida. Entre los objetos más comunes que hacen de amuletos hay piedras talladas, maderas talladas, animales, colmillos de animales, huesos de animales, joyas, plantas, piedras preciosas, figurillas, monedas, dibujos, etc.

Los amuletos tienen el honor de figurar entre los objetos más antiguos de los que ha utilizado la humanidad en su historia y que todavía sigue utilizando. Los seres humanos pronto se dieron cuenta que había objetos que alejaban la mala suerte o que atraían hacia ellos a la persona amada, de ahí que pronto empezaran a ser enormemente apreciados. En un principio, se utilizaban objetos de la naturaleza, tales como los colmillos de grandes animales, piedras con formas, cristales naturales, etc. objetos que por su forma, por ser poco comunes o por su color resultaban atractivos a aquellas gentes. Con el tiempo, se comenzaron a utilizar objetos como amuleto que adquirían sus poderes por haber pertenecido a alguna persona particular, normalmente santa, o por haber participado en algún evento de trascendencia.

A día de hoy, existen una gran cantidad de amuletos. Algunos son novedosos y no habían sido vistos antes, otros son los amuletos de toda la vida y hay una enorme multitud que son personales, esto es, que tienen un valor subjetivo para las personas que los poseen. En el caso de las barajas de tarot y de algunas tarotistas, ocurre que el amuleto de estas es, en muchos casos, su baraja de tarot.

Tipos de amuletos

Amuletos hay, como hemos dicho en el parágrafo precedente, una multitud y una enorme variedad, tanto por el material con el que están hechos, tanto por los poderes que tienen, como por el valor subjetivo que la persona que los porta o para la que son amuletos les da. Aquí, es evidente, no vamos a poder hablar de todos ellos, pues ni siquiera sabemos qué cantidad responde a la pregunta ¿Cuántos tipos de amuletos hay? Sin embargo, sí que podemos mostraros aquí algunos de ellos, de los más interesantes que hay.

  • La pata de conejo
    Es uno de los amuletos más famosos y conocidos de todos. La pata de conejo trae buena suerte y debe ser cierto, pues a pesar de lo macabro y cruel que puede resultar la pata de un animal como llavero, lo cierto es que sigue siendo el amuleto preferido de todo el mundo. De hecho es posible que este año el o la ganadora del Gordo de la Lotería de Navidad tenga una pata de conejo, habrá que esperar. La pata de conejo es poderosa y de hecho, grandes conquistadores, científicos, héroes de guerra, etc. llevaban una pata de conejo.
  • Cruz de Caravaca
    Este es otro famoso amuleto. Se trata de una reliquia de la cruz en la que se crucificó a Jesucristo que fue encontrada posteriormente por la Emperatriz Santa Elena. Tal y como relata la leyenda, dos ángeles llevaron la Cruz al castillo de Caravaca para que el clérigo Ginés Pérez Chirinos pudiera celebrar una misa, que le había pedido un rey árabe, Ceyt Abuceyt, quine quería conocer los ritos cristianos. El clérigo iba con un grupo de prisioneros y el reyezuelo le preguntó que a qué se dedicaba a lo que el religioso contestó que su oficio consistía en dar misa, entonces Ceyt Abuceyt le pidió que hiciera una misa. Sin embargo necesitaban una cruz y esta la trajeron los dos ángeles. Este milagro llevó a Cey Abuceyt y a su corte a bautizarse ese mismo día. La Cruz de Caravaca se utiliza para alejar el mal de ojo.
  • Trébol de cuatro hojas
    El trébol de cuatro hojas es una planta rara. Los tréboles tienen tres hojas, sin embargo en ocasiones nacen estos tréboles de cuatro hojas, mágicos y especiales. Son rarísimos, aunque si consigues encontrar uno entonces estarás de suerte. Las cuatro hojas tienen significado y contribuirán positivamente al afortunado o la afortunada que lo encuentre y lo posea. Cada una significa algo distinto: dinero, amor, salud y popularidad.
  • Herradura de caballo
    La herradura de caballo es un utensilio de hierro con forma de “U”, que se utiliza para proteger los cascos del caballo de la rotura y el desgaste. Las herraduras se utilizan para atraer la suerte a las casas. Estas se cuelgan en la puerta o sobre el quicio de la puerta. De este modo atraen sobre todos los miembros de la familia la suerte y espanta a la mala suerte. Las herraduras tienen este uso como amuleto desde hace siglos y hoy en día todavía se ven las herraduras colgadas en muchas casas.
  • La higa o mano de la suerte
    Se trata de un amuleto antiquísimo que se remonta a la época romana. Era muy utilizado por los marinos, quienes lo querían para evitar las tormentas y los hundimientos. En los museos del Caribe se encuentran muchas de ellas expuestas, encontradas en barcos hundidos. La higa o mano de la suerte sirve, al igual que la Cruz de Caravaca, para evitar el mal de ojo.

Origen de las runas y de las runas mágicas

Una cosa es el origen de las runas, otra es el origen de su uso como artefacto mágico o con poderes. En primer lugar, las runas constituyen un alfabeto, llamado futhark, cuyo origen es incierto. Se cree probable que desciende y que se inspiró en los alfabetos mediterráneos, es decir, en los alfabetos etrusco, latino y griego. El futhark o alfabeto rúnico se desarrolló en el siglo II d. C. En Escandinavia su empleo como alfabeto perduró hasta bien entrado el siglo XX. No obstante, no se sabe de dónde ni cómo surgieron, aunque existe un mito vikingo que narra su origen.

Según la mitología escandinava, las runas tendrían un origen divino. El relato de cómo las runas pasaron a ser conocidas por los hombres es el siguiente: Ríg, un As (los Ases eran los principales dioses para los nórdicos. Odín era un As), tuvo tres hijos con tres mujeres humanas: Jarl (noble), Thrall (esclavo) y churo (hombre libre), de quienes descienden las clases sociales que existían en la zona en aquella época. La cuestión es que cuando Jarl alcanzó la suficiente madurez como para manejar armas, Ríg regresó y le enseñó las runas a Jarl, a quien reconoció como hijo. De este mito se podría deducir que el alfabeto rúnico era únicamente conocido por la nobleza nórdica, aunque esto sería solo especulación a falta de más pruebas.

Las runas se empezaron a utilizar como runas mágicas a partir del siglo III, por las brujas nórdicas. Estas eran mujeres que vivían en solitario en cabañas en los cerrados bosques de coníferas que pueblan la Europa del norte. Además de conocer el alfabético rúnico, desarrollaron un método de adivinación a partir de los nombres de objetos mediante los cuales se nombraba a cada letra del alfabeto o runa. En efecto, las runas no tenían nombre y para nombrarlas se utilizaban los nombres de objetos cuya primera letra era la runa que se quería nombrar. Posteriormente, el concepto de estos nombres fue asociado a cada runa, de tal modo que se utilizó como elemento simbólico para la interpretación. Para comprender esto mejor, lo compararemos con el tarot.

El resurgir de las runas mágicas

En 1902 resurgen las runas mágicas de la mano de Guido von List, un ferviente seguidor del regeneracionismo del paganismo germánico y un destacado ocultista. Su creación consistió en un conjunto de 18 runas a las que llamó futharkh armanen o, en español, runas armanen.

Según afirmó el ocultista el secreto de las runas mágicas se le reveló mientras padecía una ceguera sufrida tras una operación de cataratas y que le duró once meses. Estas runas le fueron reveladas por una especie de “ojo interior”. Las 18 runas que forman las runas armanen aparecen enumeradas en un poema titulado el Hávamál, en el que Odín enumera 18 deseos.

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